Aunque existe constancia escrita que muestra que el duque de Berry llevó ceramistas valencianos de España a Francia central, alrededor de 1332, para producir barro cocido vidriado al estaño, se sabe poco de las cerámicas que ellos hicieron allí. También hay evidencias de que ceramistas musulmanes huyeron de la España católica, al sur de Francia, donde hicieron cerámica vidriada al estaño.
Algunas de las primeras mayólicas francesas, conocidas en Francia como fayenza, estaban decoradas con dibujos geométricos pintados en verde cobre y morado de manganeso y eran de estilo similar a las cerámicas italianas primitivas. Sin embargo, la producción regular parece haber comenzado en el siglo XVI, y de nuevo el trabajo producido muestra una fuerte influencia italiana.
Ceramistas inmigrantes italianos se establecieron y trabajaron en Nimes, en Provenza y en Rúan, cerca de la costa oeste, e hicieron vasijas que, en su forma, decoración y estilo general, son casi idénticas a las cerámicas italianas de la época. En ambos centros las cerámicas muestran la influencia de los trabajos de los orives y plateros reales. Se hicieron grandes platos decorativos rodeados de orlas ornamentales y vasos de formas complicadas.
En Nevers, Francia central, se estableció una industria, a finales del siglo XVI, que desarrolló un estilo naturalista de decoración, en el que se pintaban pájaros y flores salpicados en azul y blanco sobre un fondo blanco o amarillo pálido. También se imitaron los dibujos pintados sobre porcelana azul y blanca importada de China.
A finales del siglo XVII la industria en expansión floreció en Rúan y desarrolló un estilo decorativo único, conocido como «estilo radiante». Estaba basado en el trabajo de los grabadores ornamentales y los plateros y los dibujos se pintaban principalmente en azul, sobre fondo blanco. En los dibujos, que se pintaban sobre formas finamente moldeadas, se introdujeron cortinajes, follajes y otros motivos del Renacimiento.
Durante el siglo XVIII la industria se expansionó y otra vez la influencia italiana fue ampliamente sobrepasada por las porcelanas importadas de China y las cerámicas holandesas de Delft. Las ruinosas guerras francesas dieron como resultado edictos en 1689 y 1709, que ordenaban que toda la vajilla de oro y plata fuese fundida, y en consecuencia la industria de la fayenza francesa fue impulsada por la demanda para reemplazar los objetos. En Rúan el «estilo radiante» se enriqueció con el uso de otros colores, como rojo y amarillo, y la serie de recipientes se amplió para incluir muchos más accesorios de mesa, elegantes enfriadores, espolvoreadores de azúcar molido, cajas para especies preciosas y fruslerías, saleros y jofainas.
A mediados del siglo muestran la adaptación del estilo de decoración rococó y reflejan la influencia de pintores contemporáneos como Watteau y Boucher. Guirnaldas de flores y conchas pintadas enmarcaban cuadros de temas amorosos o pastoriles, finamente dibujados.
En Strasbourg, cerca de la frontera alemana, se introdujeron cambios técnicos en la segunda mitad del siglo. Hasta entonces los colores se habían pintado directamente sobre el vidriado en verde, en el proceso llamado a veces decoración en el vidriado. La nueva técnica, copiada de las fábricas de porcelana, consistió en utilizar esmaltes; en ella, los vidriados coloreados para los esmaltes, especialmente preparados, se pintaban directamente sobre el vidriado cocido y se fijaban por una tercera cocción a baja temperatura. La principal ventaja de los esmaltes era la amplia gama de colores que podía obtenerse.
Los pintores de porcelana alemanes trajeron consigo el conocimiento y habilidad necesarios, adaptaron a la mayólica el estilo de flores pintadas de forma natural y las figuras finamente modeladas que habían sido utilizadas sobre la porcelana. Se hicieron también, para los aparadores y mesas de banquetes, soperas modeladas en forma de vegetales o animales, una forma popular fue la cabeza de jabalí.